Andrés Raad: El Visionario que Está Redefiniendo el Deporte del Pádel en Ecuador

En un mercado deportivo que evoluciona rápidamente, hay figuras que destacan por su capacidad de innovar, adaptarse y construir comunidades. Andrés Raad es una de esas figuras. Como fundador de Q-Pádel, ha sido un actor clave en el desarrollo del pádel en Ecuador, llevando este deporte a convertirse en un fenómeno masivo. Su historia no es solo la de un empresario, sino la de un visionario que transformó su pasión en un negocio exitoso y sostenible.

De la Pasión al Emprendimiento
Para Andrés Raad, el pádel comenzó como una afición familiar. Todo cambió cuando su tío lo llevó a una cancha de pádel antes de su partida a España para estudiar una maestría en gestión deportiva. Lo que inicialmente fue un hobby, pronto se convirtió en una oportunidad de negocio. Al regresar al Ecuador, Andrés fundó Q-Pádel, abriendo sus primeras canchas en un terreno que no prometía mucho, pero que con su visión estratégica, se convirtió en un punto de referencia para el deporte en el país.
En los primeros dos años, Andrés enfrentó grandes retos. Desde administrar reservas hasta organizar torneos y promocionar el club en redes sociales, su dedicación era total. Sin embargo, su convicción y el apoyo de su esposa lo llevaron a resistir y crecer.
Transformando un Emprendimiento en una Empresa
El camino de Q-Pádel no siempre fue sencillo. Andrés tuvo que convertir su pequeño emprendimiento en una empresa estructurada, y lo logró implementando tecnología y procesos administrativos eficientes. Durante la pandemia, cuando muchos negocios enfrentaron incertidumbre, Andrés vio una oportunidad para tecnificar el club. Implementó una app propia para reservas y pagos en línea, mejoró la página web y digitalizó otros aspectos del negocio.
Esto no solo permitió a Q-Pádel sobrevivir a la crisis, sino que también lo posicionó como uno de los primeros clubes de pádel en reabrir cuando las restricciones comenzaron a levantarse. La demanda explotó y Andrés estaba listo para recibirla.

El Boom del Pádel en Ecuador
Hoy, el pádel en Ecuador está en auge, y Q-Pádel es parte fundamental de ese crecimiento. Andrés atribuye el éxito del deporte a su naturaleza inclusiva y social. “Es un deporte que puede jugar toda la familia, desde niños hasta adultos mayores, y eso ha sido clave para su adopción rápida”, comenta.
Además, Andrés ha trabajado en la formación de una comunidad vibrante, organizando torneos, clínicas y actividades recreativas que han hecho del club mucho más que un lugar para practicar deporte: es un espacio de encuentro.
Superando la Informalidad y Creando Estándares
Uno de los mayores desafíos que Andrés ha enfrentado es la informalidad en el sector. Muchos jugadores adquieren su equipo a través de vendedores informales, lo que afecta tanto a la calidad del juego como a los negocios formales. Q-Pádel ha abordado este problema ofreciendo asesoría personalizada y productos de alta calidad con respaldo postventa.
Para Andrés, educar al consumidor es esencial. “Un jugador informado entiende la importancia de usar el equipo adecuado y de contar con el respaldo de una empresa formal”, afirma.
Visión de Futuro
El sueño de Andrés no termina aquí. Tiene planes de expandir Q-Pádel con más canchas y de crear programas de formación para niños y jóvenes, con el objetivo de desarrollar una cantera de jugadores profesionales que representen al país a nivel internacional.
“Quiero que Q-Pádel sea un referente en la región, no solo por la infraestructura, sino por la calidad de jugadores y la comunidad que hemos construido”, explica.

Conclusión
Andrés Raad ha demostrado que con visión, esfuerzo y adaptabilidad, es posible transformar un deporte emergente en un negocio sostenible y en crecimiento. Su historia es un ejemplo de cómo la pasión y el compromiso pueden generar un impacto positivo en una industria y en la comunidad. Bajo su liderazgo, Q-Pádel no solo ha crecido, sino que ha contribuido al desarrollo del pádel en Ecuador, dejando una huella que promete ser duradera.