El Arte de Intentar y Trascender Límites de Millán Ludeña

Millán Ludeña: El Arte de Intentar y Trascender Límites
Por Open Box Podcast | 18 de marzo de 2025
En una conversación cargada de energía para Open Box Podcast, Luis Miguel Díaz Granados y Diego Espín entrevistaron a Millán Ludeña, un ecuatoriano que ha convertido los desafíos en su lienzo y la valentía en su pincel. Desde México, donde afianza su carrera como conferencista internacional, Millán compartió con nosotros cómo pasó de las calles de Guayaquil a correr 250 km en el Sahara, descender 4,000 metros bajo tierra y compartir escenario con gigantes como Tony Robbins. Más que un deportista o speaker, se define como un "intentador", alguien que vive para explorar lo que parece inalcanzable. Aquí, un retrato de su filosofía y legado.
Raíces que Forjan un Espíritu Inquebrantable
Millán creció en el barrio Garay de Guayaquil, en una familia humilde pero sólida. "Éramos chiros en plata, no en valores", dice. Su madre, Mireya, fue clave: ante un diagnóstico de epilepsia, le enseñó a "declararse sano". "Mi cerebro me obedeció", explica, apoyándose en el concepto psicológico de profecías autorrealizables. Esa lección lo alejó de las pandillas y lo llevó a becas en La Salle y Zamorano, donde estudió matemáticas y agricultura, sembrando las bases de una mente curiosa y resiliente.
"Valentía se practica", afirma. Para él, la cobardía es "saber qué hacer y no hacerlo". Esa convicción lo ha guiado desde niño, transformando carencias en oportunidades y excusas en acción.
El Despertar de un Viaje Épico
Todo cambió en Quito, corriendo en La Carolina. De 1.5 km pasó a 4 km sin notarlo. Inspirado, se inscribió en una carrera en Mojanda. Quería 10 km, pero solo había cupo para 50 km. "Le dije al vendedor: ‘Dame una de 50’. Fue un acto irresponsable de ambos", ríe. Sin equipo ni experiencia, terminó la carrera porque no había escapatoria. "Descubrí que vivía una vida de 10, cuando podía una de 50".
Ese "error" marcó su filosofía: "Si no me asusta, no me interesa". Lo llevó a la Patagonia (160 km), el Sahara (250 km), la Antártida (entrenando en una hielera), y al Chimborazo. Cada desafío amplió su horizonte, impulsado por preguntas como: "¿Cómo gano en un día lo que gano en un mes?". "Sin preguntas, no hay respuestas", sentencia.
De Tartamudo a Voz Global
Tras impulsar biocombustibles en el sector público, Millán quedó sin trabajo. Contando sus hazañas en un almuerzo, conectó con otros pese a su tartamudez, secuela de la epilepsia. "¿Y si me hago conferencista?", le propuso a su compadre, quien dudó: "¿Quién va a escuchar a un gago?". El rechazo lo transformó en reto: "¿Cómo hablo bien?". Encontró soluciones y, cuatro años después, en México, obtuvo un 4.98/5 en una encuesta, igualando a Tony Robbins ante 15,000 personas.
"No quiero ser solo un speaker, sino un gran speaker", dice. Desde ser el mejor en Ecuador, ahora busca dominar Latinoamérica y, eventualmente, el mundo. Su mensaje trasciende: "Intenta, sueña más grande".
La Mente como Aliada, el Equipo como Fuerza
Millán entrena su mente con la misma disciplina que su cuerpo. "Decimos que la mente lo puede todo, pero no la entrenamos", reflexiona. En el Sahara, con el cuerpo al límite tras 50 km, eligió gratitud: "Hace meses, esto era imposible". En la Antártida, sin saber cómo simular el frío, alquiló una hielera tras ver a Rocky. "Si él pudo, yo también", pensó.
Habla en plural: "Lo logramos". De un amigo en Mojanda a 198 personas en su última película, reconoce que el éxito es colectivo. "Mi 100% no iguala al 1% de mi equipo", dice, citando a Kitco. Sus proyectos, financiados con ahorros y auspicios, han crecido de $100 a $25,000.
Un Legado de Humanidad y Audacia
Millán admira a sus padres y a sí mismo: "Por convertirme en quien quiero ser". Su secreto para la positividad es simple: "Pensar que todo saldrá bien". ¿Su superpoder ideal? "Ser más vulnerable". Fan del helado de pistacho y de la autenticidad humana, vive sin arrepentimientos de lo no intentado.
Desde Guayaquil al mundo, Millán Ludeña no solo corre o habla: inspira a trascender.