Guillermo Jarrín: Las Claves del Éxito de un Emprendedor que Conquistó los Toros y el Té

Guillermo Jarrín: Las Claves del Éxito de un Emprendedor que Conquistó los Toros y el Té

Guillermo Jarrín no es un empresario cualquiera. Su vida, narrada en el último episodio de Open Box Podcast, es un testimonio de cómo la pasión, la resiliencia y una visión clara pueden convertir sueños en realidades tangibles. Desde sus días como rejoneador profesional hasta liderar Tippytea, una marca de té que ha revolucionado el mercado ecuatoriano, Guillermo comparte las claves que lo llevaron al éxito. Aquí desglosamos las lecciones más poderosas de su historia, extraídas de una entrevista cargada de inspiración.


1. Convertir la Pasión en Combustible

La pasión ha sido el motor de Guillermo desde el inicio. “Crecí entre toros y caballos. Debuté como rejoneador a los 17 años en Salcedo, en 2002, y corté mi primera oreja en 2004. Era mi vida.” Esa misma intensidad la trasladó al mundo empresarial. “En un viaje a Chile en 2008 vi casas de té y pensé: ‘Esto no existe en Ecuador’. Me especialicé como sommelier de té y lancé Tippytea en 2011.” Para Guillermo, el éxito comienza con algo que te encienda: “No necesitas un currículum lleno, sino pasión y conocimiento profundo.”

Clave: Encuentra lo que te apasiona y hazlo tu punto de partida. Es el combustible que te sostiene cuando todo se complica.


2. Abrazar el Riesgo con Creatividad

Abrir el primer local de Tippytea en el Mall El Jardín en 2013 no fue un paso seguro. “Lali Wright me financió el valor de concesión, unos $25,000. Me lancé sin saber cuánto iba a vender, pero con $15,000 y muebles vintage de mi familia lo hice realidad, cuando otros estimaban $75,000.” Este salto al vacío, combinado con ingenio, marcó la diferencia. “Innovamos desde el inicio: fuimos los primeros en retail de té en centros comerciales, en té embotellado y en atender el food service.”

Clave: El éxito requiere arriesgarse, pero con creatividad puedes maximizar recursos y abrirte camino donde otros ven barreras.


3. Construir con Propósito

Tippytea no es solo un negocio; es una misión. “Trabajamos con mujeres de comunidades como Cayambe, Tena y Macas, pagándoles hasta diez veces más por cosechas artesanales. El 80% de nuestros ingredientes son locales, y apoyamos proyectos como agroturismo.” Para Guillermo, esto es personal: “En un test de aptitud me salió que debía ser agricultor. Esto es devolverle al campo lo que me dio.” Como Empresa B, Tippytea refuerza su impacto: “Nos certificamos con Sistema B y descubrimos que influimos positivamente en cosas que dábamos por sentadas.”

Clave: Un propósito claro no solo te guía, sino que genera un impacto que trasciende las ganancias y construye lealtad.


4. Buscar Mentores y Aprender Constantemente

El crecimiento de Tippytea dio un giro en 2015. “Ganamos un bootcamp de Startups Ventures. Cerré con el fondo FE y Ariel Deller como socios. Eso me dio un directorio y mentoría, que me transformaron de emprendedor a empresario.” Más tarde, se convirtió en inversor: “Juan Montero me invitó a un fondo. Ahora apoyo con la mirada de quien ha estado en el ring.” Su consejo es tajante: “Métete en el ecosistema. Ve a eventos, busca mentorías. Pregunta mucho y especialízate.”

Clave: Rodéate de quienes saben más y nunca dejes de aprender. Los mentores son el puente entre la idea y la ejecución sólida.


5. Persistir a Través de los Golpes

La vida de Guillermo no ha estado exenta de desafíos. “Dejar el rejoneo fue traumático. Vendimos los caballos por problemas económicos familiares.” En el negocio, también enfrentó reveses: “El robo en la empresa fue una decepción dura, pero lo superamos.” Definirse como “pasión y sacrificio” no es casualidad. “Todo lo que he construido ha sido con esfuerzo.” Su mentalidad lo resume: “En el ring de los negocios puedes perder un round, pero la pelea continúa.”

Clave: La resiliencia es esencial. El éxito no evita los golpes, sino que te enseña a levantarte y seguir adelante.


Un Legado de Sabor y Energía

Con Tippytea, Guillermo ha creado más que una marca: ha elevado el estándar del té en Ecuador. “Una lata cuesta $8 frente a $1.50-$3 de los tés industriales; una infusión en nuestros locales, $3. Es calidad que se siente en el aroma y el sabor.” Su superpoder soñado —“alegrar a la gente”— refleja su enfoque: mantener la energía alta, incluso en los días difíciles.

Guillermo Jarrín demuestra que el éxito no es un regalo, sino una obra construida con pasión, riesgo, propósito, aprendizaje y perseverancia.

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